MARCO LAYERA / LA RE-SENTIDA.
En un set televisivo impecable, un grupo -el Director de una ONG, una artista de performance a lo Marina Abramović, un comisario de exposiciones…- festeja, con champán, Ferrero Rocher… y vestidos con sus mejores ropas de marca, el nombramiento de su amigo al frente del ministerio de Cultura, promoción de la cual todos esperan sacar tajada.
Pero éste los decepciona nombrando a “gente del pueblo” en los cargos de su ministerio: un indio mapuche, un grafitero y una mujer del pueblo serán los elegidos.
La dictadura de lo cool es un espectáculo explosivo, conducido por un grupo muy dotado de jóvenes actores que le imprimen un ritmo desbordante. El grave asunto que trata se nos muestra a través de una gran alegría comunicativa: música de fondo (Stromae, System of a Down, La Gasolina): todo en esta puesta en escena ilustra la desfachatez del mundo moderno que se considera comprometido con el progreso de nuestra sociedad y se ciega con el alcohol y la droga.