XX BIENAL DE FLAMENCO.
Cía. Israel Galván.
Con PASTORA GALVÁN y MARÍA TERREMOTO
Dieciocho años ya, trescientas actuaciones, desde el estreno de La Edad de Oro. Un título abierto, si. Por un lado remitía a la época dorada del flamenco, y de cualquier arte deberíamos decir, el tiempo áureo. Pero también, por la singularidad del Israel Galván de entonces, un heterodoxo, remitía a la famosa película de Luis Buñuel y sus intenciones de hacer protagonistas a los gusanos que devoraban la gran manzana del flamenco.
Pero ahora, pues bien, otra vuelta de tuerca más, la hermana de Israel, Pastora Galván, hace suyo el esquema básico de la pieza y las cinturas empiezan a retorcerse, los brazos más arbóreos. En esta ocasión le acompañarán al cante Miguel Ortega y a la guitarra, el toque del malagueño Juan Requena.
Lo importante de La Edad de Oro ha sido su condición de laboratorio. A lo largo de estos años Israel Galván ha cambiado mucho el espectáculo, si es que tal nombre, espectáculo, no resulta siempre excesivo cuando hablamos de baile verdadero, más tacto que visión, más dedicado a las manos que a los ojos. En ese sentido también es interesante poder ver como experimenta Israel Galván en otro cuerpo, el cuerpo de una mujer, de su hermana.