ALBERTO CONEJERO/TEATRO DEL ACANTILADO
La geometría del trigo es un viaje de norte a sur, de sur a norte, de ahora a entonces, y de entonces a ahora. Una historia de tránsitos y transiciones entre tiempos, espacios, lenguas y formas de amar. Y de fondo las últimas minas de plomo entre los olivares. Un intento de empezar de nuevo y de seguir juntos. Porque el vínculo nunca desaparece y siempre estamos a tiempo de cuidarlo.
Este espectáculo es un plato cocinado a fuego lento. El autor escuchó, de boca de su madre, en su Vilches natal, en sus no tan lejanos años de juventud, la historia que acabó siendo el germen de lo que finalmente ha derivado en La geometría del trigo –título que el autor encontró en un verso de Antonio Lucas y que hace referencia a las figuras en el plano y el espacio-.
Este espectáculo es un plato cocinado a fuego lento. El autor escuchó, de boca de su madre, en su Vilches natal, en sus no tan lejanos años de juventud, la historia que acabó siendo el germen de lo que finalmente ha derivado en La geometría del trigo –título que el autor encontró en un verso de Antonio Lucas y que hace referencia a las figuras en el plano y el espacio-.