de Lidia Bravo.
Alejandra Morón y Fernando Rueda protagonizan la obra
Pablo Beltrán está dando forma escénica al poema épico de Lidia Bravo, 'La muerte de Christopher Reeve', explorando la tensión entre cuerpo y palabras. Factoría Echegaray presenta este texto de la escritora malagueña mediante la hibridación de lenguajes, con Alejandra Morón y Fernando Rueda como protagonistas. La obra se enmarca en el teatro posdramático, incorporando elementos de lo real, como la ‘gamificación’, el material biográfico de los actores y el uso del cuerpo fisiológico.
La exposición está en plena fase de ensayos en el Teatro Cervantes y se trasladará al Teatro Echegaray para su finalización. El estreno está programado para el 14 de noviembre, marcando el inicio de la novena temporada de la productora municipal.
Con 140 fotografías, la obra narra la dolorosa travesía de una mujer que, tras ver Superman, enfrenta la muerte de su protagonista 25 años después. Beltrán destaca el diálogo entre las poéticas del cuerpo y la narrativa, investigando el concepto de identidad a través de la relación entre realidad y ficción.
La obra se presentará entre el 14 y el 23 de noviembre en el Teatro Echegaray, con entradas a la venta por un precio único de 15 euros, incluyendo una oferta de 2x1. María Beltrán asiste en la dirección y Jorge Colomer se encarga de la iluminación, complementando un equipo que incluye a Factoría Echegaray y Stroke114 en la producción ejecutiva.
La sinopsis revela que la protagonista, en busca de su identidad, se enfrenta a la polaridad entre ficción y realidad, navegando entre su idealizado mar y la caótica ciudad. La obra se fundamenta en la hibridación de lenguajes, fusionando testimonios auténticos con la acción dramática.
La novena temporada de Factoría Echegaray también incluye futuras colaboraciones con la Asociación Miguel Romero Esteo y nuevos montajes como 'Aquí también los árboles son verdes' y 'Beauty and violence', que abordarán temas de vida y muerte y la presión social sobre la belleza femenina, respectivamente.
La muerte de Christopher Reeve según su director
“Este poema épico narra la dolorosa travesía de una mujer desde que ve Superman en el cine hasta que, 25 años después, se topa con la muerte de su actor, Christopher Reeve, en el periódico.
En este cuarto de siglo ha intentado dar sentido a su existencia sumergiéndose en su universo de fantasía. No obstante, el mundo exterior la acecha y confronta con la realidad: los vestigios de su memoria y sus sentidos la devuelven, ingratos, a su materialidad.
Allí –o aquí–, ella es la Extranjera.
Su aspiración por ser un pez pequeño, sin extremidades con las que resistirse a la corriente, se convierte en un via crucis en el que la urbe le exige su versión más humana: eficaz, veloz, contingente. La Extranjera vive entre su mar idealizado y la ruidosa ciudad. Es mitad relato, mitad cuerpo. Mitad pez, mitad humana: una sirena.
La puesta en escena del texto lírico se fundamenta en la hibridación de lenguajes. La convivencia de ficción y realidad en el poema se traduce a escena en el diálogo entre dos poéticas: el estilo teatralista y la irrupción de lo real.
De esta manera, el cuerpo fisiológico de los actores, sus testimonios auténticos y el juego en directo conviven con la acción dramática de la Extranjera-sirena. La muerte de Christopher Reeve se convierte así en una investigación en torno al concepto de identidad mediante la relación dual y contingente entre realidad-ficción, actriz-personaje, acción-actuación y, sobre todo, en la colisión del cuerpo con(tra) el relato (palabras)”. Pablo Beltrán