Jessica Belda, Natalie Pinot, Manuel Rodríguez
La visión androcéntrica del mundo ha hecho, por ejemplo, que en los libros de texto sean pocas las escritoras, las filósofas o las científicas que estudiamos. Apenas se han destacado nombres femeninos con la misma autoridad que la de sus compañeros masculinos. Lo mismo ocurre con la historia más reciente de España. Las vencidas quedaron silenciadas y borradas del mapa, pero les pasó lo mismo a las vencedoras de la guerra y el franquismo. A la Historia, esa que se escribe con mayúsculas, no le importan los bandos e insiste tenaz en convertir en seres invisibles a las mujeres.
Sin embargo, tres fueron determinantes en la represión y el control de la mitad de la población española: Pilar Primo de Rivera, Mercedes Sanz-Bachiller y Carmen Polo. Y La Sección Femenina fue su aparato de opresión y modelaje. La historia nos dice muy poco de lo que ocurrió. Es parcial ya que prescinde del 50% de la humanidad. Las mujeres nos hayamos sistemáticamente en el olvido y esta es la historia de las mujeres franquistas y falangistas. De las mujeres que supimos organizar el Estado y la nación. Somos la mitad de la victoria, de la represión y de la desmemoria. Somos mucho más que viudas, hijas, hermanas y esposas. Declaran las protagonistas.
Así arranca La sección (Mujeres en el fascismo español), para continuar analizando con espíritu crítico, pero también lúdico y pedagógico, la importancia determinante que tuvo La Sección Femenina en el adoctrinamiento de nuestras abuelas, nuestras madres y, aunque nos cueste creerlo, en el nuestro.
Teatro escrito, dirigido e interpretado por mujeres que habla de mujeres y se adentra en la perversa estela de la dominación femenina de la dictadura.