Compañía Nacional de Danza.
Joaquín De Luz.
Con una amarga historia, propia del Romanticismo, sobre el eterno enfrentamiento entre las fuerzas del bien y del mal, la persecución de la pureza y la imposibilidad del amor más puro y bello, la Compañía Nacional de Danza (CND), fundada en 1979 como Ballet Clásico Nacional y que actualmente dirige Joaquín De Luz, vuelve al Teatro de la Maestranza con el doble aliciente de poner en escena una pieza estrenada apenas semanas antes de su paso por Sevilla y de contar, en el foso, con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla dirigida por Daniel Capps.
Capps es un brillante director de orquesta que, a sus éxitos en el repertorio sinfónico al frente de multitud de grandes conjuntos europeos y como director asistente de Sir John Eliot Gardiner, también es un especialista acreditado en el repertorio de danza, pues ha trabajado con Wayne McGregor, ha realizado giras con el Royal Ballet o ha colaborado con el Ballet de Nueva York.
Esta vez, la CND regresa al mundo fantástico y alegórico de La Sylphide, en la coreografía de 1836 del danés August Bournonville, uno de los ballets más antiguos del mundo y cima del ballet romántico, sobre la partitura de Herman Severin Løvensklod. El relato nos cuenta la historia trágica de la etérea sílfide -el espíritu del bosque o el símbolo del amor puro e inalcanzable- que desata el amor eterno con el granjero James hasta que la bruja Madge, despechada porque previamente había sido rechazada por James, los persigue proyectando una maldad horrible sobre una pareja que era la inocente encarnación del amor y la belleza.