Gregorio posa los restos de su difunta esposa, Mercedes, ante la mirada de sus hijos. Nervioso, decide contarles una noticia que ha estado guardando siempre por respeto hacia ella, y lo hará cantando.
El mundo lúgubre se convierte en un divertido musical sobre el amor y la diversidad en el que Gregorio sale del armario ante sus familiares, algo que su difunta esposa ya conocía.