RICARDO INIESTA/TNT
Nuestra vida es un cuento narrado por un idiota, declara famosamente MCBETH. Pero ahí están nuestras hermanas hechiceras: para bailar, cantar y reírse, para dinamitar la tragedia, para depreciar incluso al desprecio del poder.
El montaje aborda temas como la discriminación o la rebeldía que atañen directamente al género femenino, y que forman parte de la esencia de todos los seres humanos.
Las Bruxas de Mcbeth es un proyecto que aúna las necesidades artísticas de un equipo que integra el estable de la compañía Atalaya. Sobre el escenario las actrices Carmen Gallardo, Aurora Casado, Marga Reyes y el actor y músico Luis Navarro, quien también interpreta la música en directo.
Seguro que la conocen, es una de las más extendidas supersticiones del mundo del teatro: el mal fario, o el malditismo, de Macbeth. Ya saben, hay incluso quién lo lleva al extremo de aconsejar no nombrar el título de esta obra y referirse a ella como la “obra escocesa” de Shakespeare.
Se dice que cada vez que una compañía toma la decisión de escenificarla, las tres brujas —sus espíritus burlones y algo enojados— se presentan apenas se alza el telón. Y eso es, precisamente, lo que sucede en la pieza de Antonio Álamo y TNT. Ellas, además, están molestas. Shakespeare ni siquiera les dio un nombre —Primera bruja, Segunda bruja y Tercera bruja—, lo cual es siempre un agravio no solo para un actor sino, en este caso, para los propios personajes.