Tres amigas de la infancia, de los 90, que viajan en el tiempo mágicamente, siempre
se juntan abrazando lo que les han dicho que no pueden ser.Un “esperando a Godot “
de barrio, siempre esperando ser invitadas a la fiesta de sus sueños, siempre
queriendo estar en el centro cuando el centro no deja de expulsarlas.
El lenguaje de la fiesta permite reclamar, gritar que queremos acabar con la exigencia
de lo imposible para con nuestros cuerpos. Una verbena de la diversidad.