ÁNGEL CALVENTE/EL ESPEJO NEGRO
Ángel Calvente convierte El Verdugo de Berlanga y Azcona en un impecable espectáculo teatral de marionetas para adultos. Una nueva genialidad con el sello de El Espejo Negro.
Así habla Ángel Calvente de su nuevo proyecto en el que actores y actrices manipuladores darán vida a todos los personajes de la mítica película: el gran poder de las marionetas es que no hay que caracterizarlas para llegar a los distintos personajes, sino que son el personaje en sí mismas. Por ello la adaptación cuenta con una potente base actoral, dotando a los personajes de nuevos registros caricaturescos. Eso sí, sin perder el carácter que el autor original dio a los mismos. Las marionetas declamarán sus textos, encarnados perfectamente en los perfiles y el carácter de cada uno de ellos, creando en el público la ilusión de la vida, esa vida que a veces es más real que la de los propios actores de carne y hueso. Y añade: El verdugo es un feroz alegato contra la pena de muerte y sus oscuros mecanismos. Al mismo tiempo que nos enseña, desnuda sin tapujos, una España de otros tiempos y su bajeza moral, sometida y arraigada en el servilismo, el machismo y la ausencia de oportunidades. Hombres y mujeres con conductas cotidianas que resultan poco estimulantes, desde dinámicas familiares hasta laborales y administrativas para poder sobrevivir y en demasiadas ocasiones mal vivir. Sus problemas de fondo son tristemente actuales y reconocibles en el mundo de hoy en día.
Es improbable que cualquiera que conozca el film de Luis García Berlanga y Rafael Azcona haya podido olvidar su espléndido argumento, pero por si así fuere: José Luis es un joven apocado que trabaja en una funeraria. Un día durante un servicio en una prisión conoce a un verdugo llamado Amadeo. Por culpa del destino y un maletín, José Luis conoce a Carmen, hija de Amadeo. Congenian rápidamente y tras ser sorprendidos por el padre, en plena intimidad amatoria, se ven obligados a casarse.
En ese mismo momento, un patronato oficial le concede a Amadeo una vivienda donde poder residir junto a la pareja de recién casados que además espera un hijo. Pero llegada la jubilación todos deberán abandonar la casa, salvo que su yerno herede su cargo y se convierta también en verdugo. Presionado por su suegro y su mujer y resistiéndose a la idea, José Luis acaba aceptando convencido de que no tendrá que llevar a cabo ninguna ejecución.
Mientras no hay ejecuciones, la vida en la casa nueva transcurre plácidamente, pero un día llega el temido telegrama: José Luis debe ajusticiar a un condenado en Palma de Mallorca. La posibilidad de un indulto es su única esperanza. Pero irremediablemente el patíbulo donde el reo deberá morir le espera…
Versión teatral y dirección de ÁNGEL CALVENTE
Guión original: LUIS GARCÍA BERLANGA y RAFAEL AZCONA