Espectáculo fresco y divertido, desarrollado en un singular y caótico escenario: un hospital de locos. Entre sus paredes, la irracional locura del amor aflora por doquier y ni locos ni cuerdos podrán evitar la locura del enamoramiento. Como si de un cuento desplegable se tratase, los personajes nos transportan a un mundo irreal en el que distinguir a un loco de un cuerdo puede ser una tarea difícil. Nos alejamos de una estética propia del siglo de oro para adentrarnos en un imaginario moderno, tan atractivo y rítmico como el swing de los años 30. Una apuesta alocada que hace resurgir los versos de Lope de Vega con todo su brillo y esplendor.