35 FERIA DE ARTES ESCÉNICAS DE PALMA.
Imperdible Artes Escénicas.
Tal vez el Murillo más conocido por el público sea el de las Inmaculadas, pero hay “otros Murillos”, unos de ellos es el de los niños de
la calle, el de los pilluelos harapientos y piojosos que se reparten un melón robado, juegan a los dados o comparten almuerzo en aquella
Sevilla que se hundía en la miseria, abrumada por los impuestos y la pujante rivalidad de Cádiz, tras la peste del 49.
El interés por los niños es recurrente en su obra. En esos cuadros encontramos sus primeros tratamientos profanos. Los niños, plenamente integrados y adaptados a su situación, muestran actitudes alegres y desenfadas, mientras comen, juegan o negocian, como un triunfo de la vida sobre el dolor. Los niños de Murillo nos sugieren muchas ideas escénicas. A la plasticidad y las luces de la pintura le unimos el movimiento y la acción que desprenden estos niños casi retratados en actitudes propias de la infancia despreocupada y alegre. Esta visión nos hace imaginarnos a esos personajes creando juegos y coreografías relacionadas con las actividades y acciones que desarrollan en los cuadros.
En este afán de jugar con ellos los hemos imaginado trepando por los muros de cualquier fachada de cualquier monumento histórico
de cualquier lugar, asomándose a sus ventanas, escondiéndoseentre sus piedras, jugando con sus tamaños…., también hemos visto
cambiar la fisonomía de esos espacios para convertirlos en un enorme lienzo en otro juego visual entre la fantasía y el trazo del pintor.
Murillo, los niños y la arquitectura secular cómplices de un juego coreográfico al son de los sonidos del barroco.
Danza, luz, video y patrimonio. Un universo mágico que cobra vida, una vida efímera irrepetible cada noche bajo la mirada de uno de
los mas grandes pintores que esta ciudad dio al mundo: Bartolomé Esteban Murillo.