Teatro Clásico de Sevilla.
Alfonso Zurro, adaptación y dirección.
Esta obra revolucionó el teatro.
Se inaugura con ella un género nuevo: el esperpento, que rompe con las convenciones escénicas anteriores.
Valle vuelve su mirada a una España caduca, sin aliento, sin ética. Una España que era la caricatura de sí misma. Una España sorprendida en trance de ruina, en desmoronamiento irremediable. Esta obra arremete contra toda una sociedad.
Luces de Bohemia es un viaje a la muerte. Luces de Bohemia es Max Estrella, el visionario poeta ciego, que en su propio vía crucis se arrastra hasta el último aliento.
Una época que se descompone… Unos personajes cuya única ética parece ser la de la subsistencia. Sobrevivir. Un mundo en descomposición. Un espacio en descomposición…
Esperpento como expresionismo hispano. Realismo borracho de tinto peleón. La palabra, la fuerza de la palabra de Valle, como ladridos, o cuchilladas, caricias, lametones, aullidos…
La dramaturgia nos propone un vía crucis laico que está estructurado a imitación del de Cristo, pues coinciden en uno y otro las escenas / estaciones. El lenguaje de la puesta en escena trabaja esto… Siempre sin la evidencia, más desde el juego de la deformación esperpéntica con la que vemos el mundo a través de los espejos de la calle del Gato.
Cada escena es una estación. Es una viñeta. Es un cuadro… como los que cuelgan en las iglesias para hacer el vía crucis. Entre ellos hay un tiempo, un espacio, que no se representa. El protagonista está aquí, y luego allí… la transición o camino queda para el imaginario del espectador. Como pequeñas elipsis. Esto es la gran metáfora individual, del personaje. Su propio vía crucis. Va hacia la muerte. No huimos de este sentido religioso e incluso se remarca a través de la música y el espacio sonoro.
El tiempo o la época: La dramaturgia nos lleva a un tiempo indeterminado, que se acerca a un pasado mañana (futuro cercano), pero también podría ser ayer… Trabajamos lo atemporal, la ambigüedad temporal. Una época que se descompone… unos personajes donde la única ética en la que parecen estar de acuerdo es la de la subsistencia. Sobrevivir. Un mundo en descomposición. Un espacio en descomposición…
El recuerdo abre el imaginario, o juega con él o lo transforma. Lo trabajamos todo desde la teatralidad. Nueve actores/actrices representan Luces de Bohemia. No ocultamos el hecho. Los coros, y narrativas de corifeos obligan a formular una representación dentro de la representación. El teatro. Esperpento como expresionismo hispano. Realismo borracho de tinto peleón. Los personajes viven, sufren, aman… son verdaderos. Verdad teatral. Desde la deformación cóncava. La palabra, la fuerza de la palabra, de Valle, como ladridos, o cuchilladas, caricias, lametones, aullidos… la trabajamos hasta la extenuación… hasta encontrar esa sinfonía sonora.