Un actor entra por casualidad en un desván lleno de objetos teatrales ya en desuso y se produce la magia de la representación. Un simple libro antiguo es una excusa perfecta para jugar a ser aquello que no eres. En este caso es El Buscón de Quevedo, a través de la magistral interpretación del actor Antonio Campos. Una obra basada en el texto original de Francisco de Quevedo, sólo que en este caso un mismo actor interpretará a 36 personajes distintos en escena.