Hace 2.400 años el mundo estaba en guerra. Hoy, tanto tiempo después, el mundo sigue en guerra.
El ser humano no aprende. Sorprende y entristece encontrarse con textos como LYSÍSTRATA, donde encontramos los mismos vicios, los mismos odios, la misma prepotencia, el mismo lamento de los débiles…
Quizá sea porque nunca nos hayamos decidido a llevar a cabo el plan de la protagonista de esta historia: una huelga de sexo que no terminará hasta que los hombres firmen la paz.
Humor, música, irreverencia, carnaval, pasión, libertad…
Esta es la propuesta de LAS NIÑAS DE CÁDIZ para uno de los clásicos universales de la escena, que reinterpretamos desde nuestro particular punto de vista, sin prejuicios y llenas de entusiasmo.