El título alude a los tres roles que las religiones monoteístas (de los llamados “libros sagrados” o “sagradas escrituras”) atribuyen a la mujer, y la cosifican exclusivamente como un cuerpo. MADRE reproductora, engendradora de mano de obra; SANTA cuidadora, del marido, de los hijos, de los padres, del hogar, y ejecutora de un trabajo invisibilizado y sin remuneración, que permite al sistema la plena disposición de los varones para el trabajo productivo; PUTA, origen del pecado y provocadora del deseo en el varón. El pensamiento patriarcal -generador de la discriminación social de las mujeres y de la violencia machista- está en relación directa con las ideas que la religión promulga. Una reflexión necesaria al ser la religión una de las mayores influencias ideológicas en nuestra cultura.