En Mal olor se encuentra a tres personajes, dos hermanos mellizos y la mujer de uno de ellos, que cuidan de alguien que nunca aparece en escena. A lo largo de la obra se asiste a un lento e impreciso deterioro del espacio (un lugar multiusos en una alta torre vigía a las afueras de una ciudad) y de ellos tres. Este paulatino desgaste empieza con un mal olor, cuya causa se desconoce, pero que se extiende desde la torre hacia la ciudad, provocando que las gentes de ese lugar lo abandonen.
Con Mal olor, Piñaki Gómez presenta un texto de Gracia Morales sobre el deterioro y sobre las respuestas posibles en un microcosmos paulatinamente inhabitable: desde la negación y la ceguera hasta el deseo de cambio o de huida. Gómez aborda una obra que también versa sobre el poder, “sobre cómo aceptamos o nos resistimos ante el mandato de una entidad superior”. “Lo latente, lo invisible y lo inquietante son elementos decisivos, a partir de una metáfora que cada persona puede interpretar y hacer suya”.