Dirigida e interpretada por Aurelio Puente Alarcón y Jesús García Amezcua.
El personaje, un escritor en plena crisis creativa y existencial, se plantea a lo largo de la obra las preguntas que la mayoría nos hacemos: el amor. En todas sus dimensiones, como son la pareja, la sexualidad, el dolor, las nuevas tecnologías, las creencias y el propio desamor componen un mosaico de pensamientos y reflexiones, de desdoblamiento en la personalidad e intimidad del personaje, que embriaga al espectador. Una lucha entre lo terrenal y lo espiritual, lo verdadero y lo falso.