La estética recuerda a trajes de época con grandes caderas, tipo "Menina". Mientras los rostros inspiran una sensación de cercanía y melancolía poética. En la idea original del espectáculo, se incluye un violinista que toca en directo, sobre la base musical compuesta para el espectáculo por Ricardo texidó. Pese a ser un espectáculo puramente visual, tiene una línea argumental basada en el concepto de la danza y la música, como lenguaje universal. Las coreografías son un elemento básico, en cuanto a la relación público - personaje. Todo para crear una atmósfera envolvente y atractiva.