UN ESPECTÁCULO QUE HABLA DE LIBERTAD, EMPODERAMIENTO Y DETERMINACIÓN.
Mucha Muchacha está formado por Ana Botía, Marta Mármol, Belén Martí y Marina de Remedios. Además de compartir años de formación en el Conservatorio María de Ávila de Madrid, en el año 2016 comenzaron una investigación sobre las mujeres de la Generación del 27, las llamadas “Sinsombrero”: Maruja Mallo, Marga Gil, María Teresa León, Concha Méndez o Rosa Chacel, entre otras. Comienza así la gestación del colectivo, centrado en la innovación artística, la reflexión sobre la danza española y contemporánea, el feminismo y el empoderamiento del cuerpo en la escena a partir de lo comunitario y el ritual. En 2019 crean su pieza Volumen 1, que obtuvo numerosos premios. En este tiempo han ido definiendo también sus líneas de experimentación a partir de colaboraciones con otros artistas, como su trabajo coreográfico en la obra Renacimiento de la compañía La Tristura (2020). De hecho, en la pieza que veremos en el Central vuelven a colaborar con ellos en la dramaturgia, además de la dirección (Celso Giménez) y la asesoría artística (Violeta Gil). Por otra parte, se suma, además, como intérprete la bailarina Chiara Mordeglia.
Mucha Muchacha, su nueva incursión de elocuente título, explora la crisis que surge entre la estilización de la danza española y las exigencias menos sofisticadas de la danza contemporánea. Como es ya norma en Mucha Muchacha, su nueva creación se erige como una declaración de intenciones alrededor de temas que preocupan a sus integrantes: la feminidad, por supuesto, el movimiento, la comunidad y el rito. Se ubican en el lado más arriesgado y experimental de la danza española, desde cuerpos que se mueven entre dos mundos de apariencia irreconciliable, el de las tradiciones y el de las vanguardias, sin perder autenticidad.
Estamos ante un grupo de bailarinas que trabaja por el empoderamiento, determinación, voz, libertad y cooperación entre mujeres artistas.