El tema general del espectáculo es el espacio que nos damos para explorar nuestra más pura inspiración. Llevar a cabo una idea, dando alas a la creatividad mientras se cuida minuciosamente cada movimiento que compone la coreografía no es solo un inmenso placer, sino también una necesidad para nosotros, y esa necesidad sólo se ve plenamente satisfecha cuando contagiamos la inspiración a los demás.