Un saloncito. Un muerto, un forense que no quiere serlo. Un prometido que quiere irse a Valladolid, una prometida que no. Dos criadas nerviosas y febriles. Un portero de todo menos afónico, un oficial que sí lo está. Una recitadora rusa tristísima, un médico que no es médico. Un rapsoda entregado y una vecina loca que no. Un disparate o no. Ay, si ustedes supiesen lo que ocurrió en la calle de Espoz y Mina… ¿o es que no quieren saberlo?