ÉTICO
CROMO21
|Parto al agua|
David: ¿Quieres ser madre?
Eva: Ummmm … no lo sé. ¿Qué día es hoy?
David: Nueve
Eva: Ahhh, impar, pues entonces sí.
Un padre, una madre y un hijo…por nacer. El deseo de un día impar está al caer. Y nunca mejor dicho.
Esta es la breve historia de una inmersión a pulmón, de una ahogadilla desprevenida. Porque lo que se desea, se cumple, aunque a veces de otra forma.
Parto al agua es el inicio de un camino, la visión a cámara rápida de un amor, un embarazo, un parto y una noticia inesperada: la llegada a nuestras vidas de un cromosoma de más. Parto al agua surge como un canal para expresarnos, para canalizar las emociones que nos recorrieron desde el momento en que decidimos ser padres y la sorpresa de serlo de un niño con síndrome de Down. Para nosotros fue como sumergirnos en un mundo nuevo, un chapuzón de realidad, una apnea en toda regla.
De ahí que la propuesta se enmarque dentro de un imaginario playero, donde se mezcla el gozo de un día de vacaciones con la caída al vacío desde un acantilado. Un símil entre la expresión ¡hombre al agua! y el vivir una situación nueva donde apenas te las apañas para salir a flote…todo construido desde un lenguaje más visual que textual y donde prima el humor.
|Circo Soni|
Amanece. Las sábanas se desperezan. Comienza el trajín de una melena alborotada y del pequeño pie que espachurra sus costillas. Una madre y su hijo despiertan a la rutina diaria: el pipi de la mañana, un desayuno atropellado, la ropa que vuela…Todo está listo para salir a escena.
¿Qué es esto de Circo Soni?
Un día le pusimos a Teo en el cine de casa un espectáculo de circo. Al principio estaba reticente, pero luego se lo bebió entero. A partir de ese momento Teo empezó a decir: “Mamá, yo Circo Soni”. Lo que quería es, básicamente, que hiciéramos equilibrios con él en la cama. A partir de ahí se creó un juego que poco a poco fue evolucionando, hasta que, actualmente, para él Circo Soni va desde pasar por debajo de la mesa, hacer equilibrios sobre un pie o sostener una pelota con la mano, hasta saltar de un sofá a otro.
De ahí surge la idea de crear algo con él que se llamara así. ¿Pero qué? Ninguno de los dos hacemos circo… ¿o sí? Fue ahí cuando en mi cabeza aterrizó una imagen: el ir a hacer pipí yo sola es bastante raro. Casi siempre, si Teo está en casa, se viene conmigo al cuarto de baño, se sube encima, se sienta, se pone de pie…vamos, un malabarismo de equilibrios mientras intentas mear. Y me dije, ¿y si combino las dos cosas?
Circo Soni no es un número de circo, es un paralelismo, un guiño a determinados lenguajes de este desde lo cotidiano, desde una rutina mañanera que se repite una y otra vez en la vida, no sólo mía, sino posiblemente de cualquier otra mujer con hij@s. Es ese show malabarístico que se escenifica dentro de casa sin ser visto, justo antes de salir a la calle.