XXXI EDICIÓN DEL FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO DE CÁDIZ.
De la compañía TERRENAL (Argentina). Escrito y dirigido por Mauricio Kartún
Sinopsis:
Ellos (Adan y Eva) tuvieron dos hijos varones. El mayor se llamaba Caín, nombre que traducido significa posesión, y el pequeño Abel, que significa nada. (…) Mientras Abel, el más joven, procuraba ser justo y se dedicaba a la vida pastoril, Caín pensaba únicamente en la riqueza y por ello fue el primero que tuvo la ocurrencia de arar a la tierra. (…) Tras acordar ellos hacer de lo suyo una ofrenda a Dios, éste se complació más con los frutos espontáneos y naturales y no por los producidos por la fuerza y por la argucia de personas avaras. De ahí que Caín irritado por haber preferido Dios a Abel, mató a su hermano”.
“Y tras recorrer muchas regiones Caín en unión con su mujer tomo posesión de Naid, y allí construyó su vivienda, en la que nacieron sus hijos. (…) Acrecentaba su patrimonio con abundancia de riquezas fruto de la rapiña y de la violencia y merced a su invención de las medidas y las pesas cambió la moderación con la que antes vivían los hombres, convirtiendo su vida, que era pura y generosa por el desconocimiento de estas novedades, en siniestra. Fue el primero en poner lindes a las tierras. Y en fundar una ciudad y en fortificarla con murallas para proteger aquel patrimonio, obligando a los suyos a vivir todos ellos encerrados allí”.