Compañía Ede teatro
Pilato recurre a todo tipo de trucos para evitar lo inevitable: manda a Jesús ante Herodes, lo ordena azotar públicamente para calmar al pueblo, da a elegir entre el rabí galileo y un terrible asesino llamado Barrabás. Pero nada surge efecto. '¡Si no crucificas a Jesús es que estás contra el César!'
Las conversaciones de esas terribles horas con su centurión Marco, con su consejero Cordubio, con los sumos sacerdotes Caifás y Anás, con su mujer Claudia Prócula y hasta con uno de los discípulos de Jesús, Judas Iscariote, nos ofrecen una buena radiografía de la situación personal a la que llega Poncio Pilato, inmerso en una encrucijada de caminos que pudo cambiar la historia para siempre.