Después de su estreno en la Bienal de Flamenco de Sevilla, vuelve al Teatro Távora "QUEJÍO", un grito ronco, dolido, agresivo; golpes de flamenco viejo, distanciado y lejano del que la dictadura promocionaba en festivales y tablaos para divertir.
En ese estudio dramático sobre cantes y bailes de nuestra Andalucía, al que llamamos QUEJÍO, incorporamos en expresiones sonoras, el dolor de todo un pueblo: la lucha campesina de la que hablaba Blas Infante, el silencio dramático de la emigración, las cicatrices que causan en el alma el miedo, las bocas cerradas del medio popular, y la Andalucía aplastada por la imagen panderetera que tapaba, con un manto negro bordado en oro, el hambre, el analfabetismo y el chiste fácil de su cruda realidad.