Cuando sientes que tu propio reflejo difiere de tu realidad, entras en un bucle de impotencia por no saber qué eres, quién eres, quién has sido realmente hasta ahora. La inquietud de cualquier ser humano de entender quién es se mezcla con la presión social de lo que debes ser. Dicha incongruencia nos oprime, y solo nos liberaremos con la aceptación de nuestra propia realidad, nuestro propio reflejo. “Reflectar” significa devolver la luz, el calor, el sonido o un cuerpo elástico. El mundo está lleno de seres, entes y cosas, y todas ellas proporcionan una luz. Dejemos que brillen.