Julieta y Romeo despiertan después de un largo sueño, pero no se reconocen. Julieta solo ve a un caballero ochentón y Romeo a una dama muy bien conservada. Los dos se creen que aún son un par de adolescentes. Julieta piensa que solo durmió un par de instantes y espera ansiosamente a su eterno amado. Romeo, en cambio, no se acuerda de nada. Y así, lo que siempre creímos que era el final de la tragedia es el comienzo de la verdadera historia de los amantes más famosos del mundo.
Julieta tiene que reconocer que ya no tiene 16 años y Romeo tiene que enfrentarse a una pared blanca contra la que choca al intentar recordar quién es y de dónde viene. Entre la felicidad de por fin poder estar juntos y la enorme tristeza de no haber podido vivir una vida entera juntos, los dos intentan averiguar cómo llegaron hasta aquí y qué es lo que todavía les une.