Todos los personajes se quedaron a medio camino entre la creación en la fantasía de su autor y su traslado al mundo del arte por lo que necesitan un director que dé forma teatral a su historia.

Poco a poco la imagen de una familia normal se irá desvaneciendo al revivir cada uno su historia de forma diferente y dar paso al verdadero drama que soportan.

La compañía ve como un drama real ha surgido en escena y no sabe cómo afrontarlo. La duda de si esa historia llegará a ser representada mantiene al espectador como un elemento más de la trama pendiente de un final incierto: todo dependerá del "autor".