Mortificación Teatro
“Señor, yo quisiera atravesar las puertas de la carne” es una pieza ambivalente. Como no podía ser de otra manera, dado que su creación es humana. El ser humano es completamente contradictorio. Esta obra es un canto a dios. Un grito a dios. La necesidad de que exista y salve este mundo de la inevitable destrucción hacia la que corremos, aún dudando de su existencia. Deseando que dios exista, lo inventamos a nuestra manera, a nuestra imagen y semejanza.
Un Dios fuera de la institución, que tanto daño ha hecho y que tan en contra
de él ha estado siempre. Ojalá de verdad el amor fuese posible en este mundo, se impusiese ante nosotros para dejarnos pasmados con su grandeza. ¿Y si un nuevo mesías, un hombre que ama a los hombres, quisiese hacer de la tierra el cielo? ¿Repetiríamos la historia de su asesinato? Sí. Seguro que sí.
-Carlos Costa