Esta es la historia de un amigo. Un actor, para ser más concreto. Un actor que ha trabajado en algunas obras de teatro y en algunas películas de renombre (“Ocho apellidos vascos” o “El niño”, entre otras). Así que, ¿te va a sonar su cara? No lo creo. Siempre salió en esas pelis que vieron millones y millones de personas muy de refilón, diciendo (o no diciendo) un par o tres de frases. Pero no penséis que él estaba descontento con su suerte. No, en absoluto: la vida, a poco que salga bien, es maravillosa….
Pero un día todo se tuerce. La vida. Le pasa a mucha gente. Es más: antes o después, nos va a pasar a todos. A mí, a ti, a tu vecino del quinto, a Mariquita la de la frutería, a tu amigo… ¿Y entonces?
Escribí esta obra porque, cuando Abel me contó todo lo que le había pasado, me dije: Esta es una historia que merece la pena ser contada. Y también pensé: ¿Quién mejor que él para contarla?