Si la tarjeta de presentación del Teatro de la Ciudad fue la tragedia, ahora Andrés Lima y Alfredo Sanzol se inspiran en las comedias de Shakespeare para su nueva entrega.
Según Lima, la tragedia deriva en comedia simplemente con el paso del tiempo y puede que no le falte razón porque personajes como el mismo Shakespeare o, ya más cerca de nuestros días, Groucho Marx o el propio Woody Allen vienen a decir algo parecido en muchos momentos de sus obras.
En Sueño, el dramaturgo madrileño ha querido materializar esa máxima a través del bosque del Sueño de una noche de verano, recurriendo a Eros y Thánatos multipresentes en esta comedia y conectándolos al hecho de la proximidad de la muerte de un hombre (la de su propio padre), sin que por ello se apague un instante su inmenso deseo de vivir. Aún con la “parca” rondando en torno a la cama donde yace el anciano, este se aferra con fuerza a sus recuerdos, que mezcla con sus alucinaciones y con su imaginación. Un estado perfecto para confundir realidad y ensoñación, lucidez y locura, voluntad y delirio.