Con Juan Echanove
Enfrentarse a Quevedo y, sobre todo, zambullirse en ese caudaloso discurso lúcido y doloroso sobre la decadencia de un imperio, es una insensatez de la que solo eres consciente cuando ya estás con el agua al cuello tratando de sobrevivir a esa embestida directa contra las conciencias que es la obra magna del gran cronista de la realidad española sin adornos, sin coartadas, yendo a lo más profundo de la herida aunque te empapes en su sangre. La realidad del XVII era tan contundente que «solo se podía vegetar o vivir en carne viva». Y así vivió Quevedo, contemporáneo de Velázquez, pintor también de la liquidación española. Eso hemos intentado reflejar a partir de su obra más personal, sus Sueños, crónica dolorosa y lúcida de una España presa de la corrupción de las monarquías de Felipe III y Felipe IV, presa del ocio y de la ignorancia, donde la filosofía era esclavizada por la teología.
Todo olía a podrido en Madrid y en las Españas, y ahí es donde escandalizan los sueños, chismosos y veraces, caricatura, testimonio, dolor y carcajada, escritos por una mano manchada por el dolor que rezuma su propia herida interior. Quevedo se convierte, sin querer, en el testigo más fiel de cómo un imperio empieza a desmoronarse.
A partir de Sueños de Francisco de Quevedo
GERARDO VERA
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN
REPARTO:
Quevedo: Juan Echanove
Diablo/Cardenal: Óscar de la Fuente
Osuna/Villena: Markos Marín
Portera/Envidia: Antonia Paso
Aminta/Enfermera: Beatriz Argüello
Muerte/Doña Fábula: Marta Ribera
Judas/Hombre/Negro: Chema Ruiz
Doctor/Carne: Ferran Vilajosana
Montalbán/Mundo/Desengaño: Eugenio Villota
Principessa/Viejo/Dinero: Abel Vitón
La actriz Kiti Mánver y el bailarín Chevy Muraday protagonizan un drama multidisciplinar a las órdenes de Juan Carlos Rubio.