II FESTIVAL BARROCO CASA DE LA MONEDA
Tartufo, un hombre sin escrúpulos, entabla amistad con Horgón al que seduce por la religiosidad que demuestra. Horgón es un hombre rico e inocente y no ve más que por los ojos de Tartufo. Su familia pretende abrirles los ojos pues ve que toda su fortuna va a ir a parar a las manos de Tartufo si toman medidas. Elmira, mujer de Horgón, y Cleanto, su hermano, trazan una artimaña para que Horgón se de cuenta de su desatino. Cuando Horgón descubre las malas artes de Tartufo lo expulsa de su casa.
Nada como un clásico para crear una obra contemporánea. Tartufo de Moliere, no es su obra más representada, pero sí es la que más libres adaptaciones ha sufrido. Quizá el haber tenido que soportar la censura más severa, por tocar sin remilgos el tema de la falsa beatería y religiosidad, la han hecho tan proclive a ello.
A Moliere le costó mucho presentar ante un público su obra, la burguesía del siglo XVII, tan poderosa por entonces, como ahora, no soportaba ver sus defectos desnudados y caricaturizados en los teatros de Paris. Esta burguesía convenció a su rey para que, una y otra vez, suspendiera su puesta en escena e incluso amenazara con la excomunión a aquellos que osaran, tan sólo, asistir a la representación. Sólo después de amoldar su texto a los requerimientos del poder se pudo representar sin problema. Moliére nos cuenta, en forma de comedia, como el impostor Tartufo, con su falsa beatería, consigue torcer la conciencia del burgués Orgón. Toda la familia de éste le advierte de su ceguera, pero él es incapaz de ver la realidad, y poco a poco va cediendo a las pretensiones de Tartufo. Sólo la pertinaz insistencia de Elmira, su esposa, y Cleanto, su cuñado, le hacen recapacitar, y al final el bien triunfa.
Teatro de Papel ha querido trasladar la comedia a nuestros días, y someter a Tartufo al juicio social y personal que la libertad y el valor nos ofrecen.