XXII BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA
Con su último trabajo "Carnación", Rocío Molina junto a Niño de Elche, Olalla Alemán, Pepe Benítez y Maureen Choi muestra la capacidad del baile para desplegarse como una potencia pura. Trascendiendo de nuevo etiquetas y lecturas reduccionistas.
Demuestra entender la creación como un espacio desde el que expresar lo aparentemente inefable, haciendo danzar los límites donde muchos artistas y pensadores no han podido sino detenerse.
Coreógrafa y bailaora iconoclasta, Rocío Molina ha acuñado un lenguaje propio cimentado en la tradición reinventada de un flamenco que respeta sus esencias y se abraza a las vanguardias. Radicalmente libre, aúna en sus piezas el virtuosismo técnico, la investigación contemporánea y el riesgo conceptual. Sin miedo a tejer alianzas con otras disciplinas y artistas, sus coreografías son acontecimientos escénicos singulares que se nutren de ideas y formas culturales que abarcan desde el cine a la literatura, pasando por la filosofía y la pintura. Su búsqueda artística ha sido reconocida con premios de la relevancia del reciente León de Plata de la Danza 2022 de la Bienal de Venecia, el Premio Nacional de Danza en el año 2010, los UK National Dance Award en 2019 y 2016 y hasta cuatro Premios Max. Es una de las artistas españolas con mayor proyección internacional y sus obras han podido verse en los más importantes escenarios de todo el mundo desde el Barbican Center de Londres, el New York City Center, el Festival de Aviñón, el Esplanade de Singapur, el Festival Tanz Im August de Berlín, el Festival SPAF de Seúl, el Teatro Stanislavsky de Moscú, el Teatro Nacional de Taiwan, el Dansens Hus de Oslo y Estocolmo, el Teatro Nacional de Chaillot en París o el Bunkamura de Tokio.