La pera limonera
Su Majestad el Emperador, a pesar de tener el armario lleno a rebosar, nunca está contento con los trajes que lleva. Para satisfacerlo, su consejero hace un llamamiento a todos los sastres y modistas del Imperio para presentar sus diseños a cambio de una gran recompensa. Este traje tendrá que ser diferente, único, fantástico, y maravilloso.