Vacío viene a hablar de la importancia de la conciencia y la consciencia, entendiendo que es tan relativa al punto de vista personal que es necesario abrirnos a debate y planear el “perspectivismo del vacío”.
Se parte de la duda de la existencia del vacío y de si su percepción depende o no del contexto. ¿Es posible no estar llena de condicionantes?
Dos actrices llegan a escena repletas de confusión sobre su circunstancia y su papel en el mundo dentro de su ser, siendo además mujer. ¿Es posible olvidar la experiencia de una misma y vaciarse de la influencia de nuestro alrededor? ¿Estamos libres de la sociedad en la que vivimos? ¿Podemos llegar a vaciarnos de todo lo establecido?
Se sacan a relucir cuestiones del mundo contemporáneo para plantearnos qué hace que algo esté realmente lleno tanto a nivel tanto social como conceptual. Shakespeare escribió en Hamlet: “la conciencia nos hace unos cobardes” y es precisamente premisas así desde la que esta pieza nace. Es una llamada hacia la reflexión. El mundo se mueve dentro de “llenos” que quieren ser vaciados o de “vacíos” que quieren ser llenados. El estrés, el pluriempleo, el amor líquido, la precariedad y la emigración nos hacen ser partícipes de múltiples posibilidades y realidades que abruman. La actualidad está llena de cambio contante donde todo es instantáneo y efímero, nada dura para siempre y cualquier información puede encontrarse de manera directa e inmediata a través de internet, donde abunda la idea de “si no estás en redes sociales, no existes”.
Estamos bombardeados con múltiples canales de información y estímulos externos a través de pantallas, ruidos y contaminación.