Dos solos de gran virtuosismo para retener la belleza y fuerza de la danza, su musicalidad y su corazón rítmico.
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De nuevo dos solos realizados en colaboración con dos de sus mejores y más fieles intérpretes: Annie Hanauer, bailarina de una rara musicalidad y Rubén Sánchez, bailarín de claqué capaz de subdividir y secuenciar el tiempo con un gran rigor.
Con enorme sensibilidad, Ouramdane persigue la fuente de la emoción que surge cuando se entrecruza un gesto bailado y una música, ofreciendo al espectador un momento de intimidad único con el intérprete. Para atrapar esa alquimia en estado puro, Rachid hace que sus creaciones sean a la vez herramienta y resultado de una investigación realizada con pasión y parsimonia. Así pues, tras los dos solos que compusieron Tordre, pieza que ha girado por todo el mundo, llegan otros dos solos, estos que os presentamos y en los que Annie y Rubén nos conducen hasta la base misma de su expresión dancística, dibujando los retratos de esas dos personalidades coreográficas.
RACHID OURAMDANE/ CHAILLOT - THÉÂTRE NATIONAL DE LA DANSE
Concepto y coreografía: RACHID OURAMDANE
Bailarines: ANNIE HANAUER, RUBÉN SÁNCHEZ
Música: JEAN-BAPTISTE JULIEN
Luces: STÉPHANE GRAILLOT
Escenografía: SYLVAIN GIRAUDEAU