Vendo Hierro Viejo eres tú mirándote de frente en el reflejo de otros ojos. Son los recortes de todas las relaciones que tuviste y se fueron volando. De todos los abortos que observaste en las palmas de tus manos.
Vendo Hierro Viejo es un primer plato de amor aliñado con violencia. Es el dictamen de un oráculo lleno de torpes principios e intensos finales.
Es aquello que pudo ser y no fue. Un llamado urgente a vivir la vida siendo conscientes de la muerte. Un aullido molesto y cachondo que te invita a dejar de mirar al abismo y saltar, por fin, a comerle.
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