SERGIO BORIS. Descenso a los infiernos en los bajos fondos de la noche travesti argentina. Decadente y sublime, culta y literaria, esta multipremiada pieza es un tesoro servido por unos actores de excepción.
Actor de cine, de televisión y teatro, a Sergio Boris se le conoció en Europa gracias a su trabajo como actor en las piezas del gran director argentino Ricardo Bartís, pero también él es dramaturgo y un excelente director de actores altamente respetado en América Latina y Europa.
Ahora, en esta vuelta a los escenarios europeos, llega por fin esta magnífica obra a nuestro escenario. Era una cita ineludible.
Tras más de una década estudiando Farmacia y Bioquímica, Daniel llega a la farmacia de la familia, históricamente atendida por su padre y su hermano Evaristo, y es agasajado junto a Claudio, el visitador médico, y un par de travestis siduas clientes del local a la hora de inyectarse hormonas femeninas. Todo transcurre un sábado en la noche mientras la farmacia está de guardia, como una previa antes de ir a bailar al Mágico, la disco tropical de la zona. Las hormonas que inyecta el farmacéutico en las travestis trabajan como un relato sobre lo que no se puede dejar de hacer: quedar prendado. Una celebración con pizza y cerveza caliente en la que después de una disputa territorial entre chicas, se desata furiosamente el amor.