TRAS EL RECORDADO "CORTEJO", BALDO Y PALOMA VUELVEN A COINCIDIR EN LA REALIZACIÓN DE UNA PRODUCCIÓN, A LA QUE SE SUMAN SARA CANET Y CRISTINA MAESTRE COMO INTÉRPRETES Y SONIA ASTACIO, ELOÍNA MARCOS Y CARMEN MORI EN LA ESCENOGRAFÍA
es una oda al recóndito placer de la mujer. Una creación de danzateatro en la que tres mujeres se desnudan interiormente ante aquellos que las miran. Intuyendo que lo que esperan en sus vidas no acontece, sintiéndose inesperadas y a la vez sucediendo. Vivas se abrazan y gritan dentro de la muerte momentánea del placer, sin sentirse extrañas ni juzgadas.
Invocándose a ellas mismas en un conjuro en el que escupen la soledad y la culpa. Viviendo y deseando días de terrorífica belleza, habitando sus cuerpos como brujas que invocan una libertad salvaje.