El «Y tú, ¿de qué te ríes?» nació de esa misma pregunta que me hice un día.
Al darme cuenta de que ni yo mismo sabía de qué me reía, empecé a pensar que iba a tener problemas para averiguar de qué se ríe la gente (aunque por lo general se ríe poco).
Ante esta presión, necesidad o puro morbo que me daba hacer reír, púseme a observar qué cosas hacen reír a la peña, y ahí fue cuando empecé a flipar, porque no todo el mundo se ríe de lo mismo.
¿Cómo conseguir entonces que todo el mundo se riera (o riese) a la vez de una misma cosa?
Y ahí fue cuando empecé a agobiarme. Y la gente no se reía.
Entonces decidí contar lo que había observado, y ahí fue cuando la gente empezó a reírse.
Yo seguí sin entender porqué, y aún sigo así, pero ellos se ríen y yo me río.
Esto es un río de risas.
A mi me hace feliz y a ellos también.
¿Qué más queremos? RÍANSE.