Durante una etapa turbulenta de su vida, Miguel de Cervantes vivió, disfrutó –y sufrió- en la ciudad de Sevilla. De ella llegó a afirmar que era "amparo de pobres y refugio de dechados, que en su grandeza no sólo caben los pequeños, pero no se echa de ver los grandes". En esta ruta nocturna teatralizada, seguiremos sus pasos por una urbe “Roma triunfante en ánimo y grandeza”, llena de lo mejor y de lo peor, donde pícaros, truhanes y matones tenían cabida junto a mercaderes, aristócratas y clérigos en un mundo lleno de contrastes abierto al Guadalquivir y pleno de vida.
En esta ruta nocturna teatralizada, seguiremos sus pasos por una urbe “Roma triunfante en ánimo y grandeza”, llena de lo mejor y de lo peor, donde pícaros, truhanes y matones tenían cabida junto a mercaderes, aristócratas y clérigos en un mundo lleno de contrastes abierto al Guadalquivir y pleno de vida.