Experimentar la vida en el Antiguo Egipto durante la época de los faraones, contemplar la actividad cotidiana de hace 5.000 años, ver la fabricación del papiro o la elaboración de la cerámica, aprender a tallar la piedra o decorara las paredes de las tumbas... Y ya puestos, recrear el encuentro de la pequeña balsa-cuna en la que navegaba un bebé llamado Moisés o descubrir la tumba de Tutankamón tal como la vio por primera vez Howard Carter aquel 16 de febrero de 1923...
Egipto no es sólo pirámides y templos.