Lisboa es una ciudad que cautiva con su mezcla de lo antiguo y lo moderno. Con sus calles adoquinadas, edificios históricos y vistas panorámicas al río Tajo, Lisboa es un escenario perfecto para una celebración de fin de año increíble.

El viaje comienza con un recorrido por barrios como Alfama, uno de los barrios más antiguos, con estrechas callejuelas empedradas y casas de colores que suben por la ladera de la colina, y el Bairro Alto, donde la música fado llena el aire y las tiendas boutique ofrecen auténticas piezas artesanales portuguesas.

También se visita la ciudad de Sintra, famosa por su arquitectura romántica y sus jardines exuberantes, con edificos tan importantes como el Palacio Nacional y el Palacio de la Pena. Un lugar muy importante es la playa de Cascais, donde el océano Atlántico se extiende hasta el horizonte, donde puedes relajarte, pasear por la orilla del mar y disfrutar de la brisa marina.

Tienes la oportunidad de sumergirte en la cultura y la gastronomía locales, participando en talleres de azulejos, donde puedes aprender sobre este arte decorativo portugués y puedes crear tu propio azulejo como recuerdo. Además, puedes disfrutar de catas de vinos y quesos típicos de la zona, explorando los sabores auténticos de Portugal.

En un emocionante recorrido en tuk tuk, puedes explorar los murales y grafitis que adornan las calles de la ciudad. Cada obra de arte cuenta una historia única y colorida, y el recorrido te permite descubrir el espíritu creativo de Lisboa.

Para los amantes de la comida, hay un emocionante tour gastronómico en los que se pueden probar platos tradicionales y delicias locales en auténticos restaurantes y tascas, y se puede descubrir por qué la cocina portuguesa es tan celebrada en todo el mundo.

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