Recorrido histórico por la zona amurallada de la localidad de Niebla, donde conoceremos las diferentes puertas que se conservan para su acceso. En su perímetro se conservan restos romanos, visigodos y andalusíes.
La actividad incluye las entradas al castillo de Niebla, también conocido como castillo de los Guzmanes. Durante los siglos XV y XVI la situación política en el reino de Castilla se tradujo en la edificación de numerosos ejemplares de casas fuertes con ciertas características comunes: organización en doble recinto, regularidad de trazado y una destacada torre del homenaje. El alcázar de Niebla es una de estas fortalezas señoriales renacentistas; un alcázar cristiano de traza rectangular erigido en el s.XV por Enrique de Guzmán, Duque de Medina Sidonia y Conde de Niebla, sobre la primitiva alcazaba islámica.
Realizado en mampostería, el conjunto presenta un rotundo perfil, pues no han sobrevivido las almenas, parapetos, garitas o matacanes originales. La fortaleza consta de dos recintos rectangulares: el occidental, de menores dimensiones, albergaba estancias de servicio, caballerizas, corrales y granero. El segundo patio se separaba del primero por un foso y un puente levadizo, estando destinado a usos señoriales y habitacionales. En la zona sur, entre ambos recintos existía un jardín de naranjos y una noria para el riego.
El terremoto de 1755 provocó graves desperfectos tanto en las murallas como en el castillo, pero principalmente en la torre del homenaje. Además, durante la Guerra de la Independencia, parte de las murallas y el castillo fueron destruidos por las tropas francesas.
En este entorno único, completamos la actividad con una Noche de Estrellas desde el interior de la fortificación.