La ruta recorre galerías de una cueva en yeso donde se pueden admirar el reflejo de los cristales de yeso al recibir la luz de nuestros cascos y el efecto que la erosión del agua y el paso del tiempo han provocado en la roca del yeso. El itinerario dentro de la cueva es fácil. Casi todo el recorrido es horizontal, excepto algún tramo en el que hay que trepar y algunas zonas en las que hay que gatear. Estos tramos son mas bien cortos y a parte de ellos el resto son galerías amplias con techos altos.