Necesaria inscripción.
A mediados del siglo pasado comenzaron a hacerse representaciones de las escenas más tradicionales de un belén, en las que el musgo y el corcho se sustituían por las casas del pueblo y las figuras de barro por seres humanos, los habitantes de la localidad.
Como cada Navidad, la localidad gaditana de Arcos de la Frontera celebra una vez más su famoso Belén Viviente, fiesta declarada de Interés Turístico de Andalucía. El sábado 19 de diciembre, de 18:30 a 23:30 horas todas las calles del pueblo se adornarán con palmeras, estarán iluminadas por la luz de las antorchas y olerán a cera quemada, creando un ambiente acogedor que trasladará a los visitantes dos mil años atrás, hasta el nacimiento de Jesús en Judea. Un ambiente magnífico, un pueblo excelentemente adornado y unos vecinos exquisitamente vestidos para la ocasión, sin perder un solo detalle. Cada una de las estaciones del Belén estarán bien preparadas, un ambiente digno de la ocasión, un pueblo perfectamente adornado y unos vecinos excelentemente vestidos, hasta el más mínimo detalle para representar al público todas las escenas del nacimiento de Jesús. La emoción de la representación sólo dura unas horas, pero más de 20.000 personas se animan cada año a visitar el que podría ser el mayor belén viviente de España, según el Ayuntamiento de la ciudad. Todo empezó en 1983 y hoy, más de 500 vecinos de Arcos participan en esta representación del Belén histórico, con sus mercados, sus escribanos, sus artesanos por las calles del casco histórico de Arcos, municipio que abre la ruta de los pueblos blancos de la provincia de Cádiz y que está declarado conjunto histórico-artístico. Adentrarse en las callejuelas de la villa, sentir el calor de las hogueras, los aromas de antaño y cómo los figurantes le dan vida a toda una época es algo digno de ver. En la representación destacan episodios históricos como la boda hebrea, la huida a Egipto, la Visitación, la búsqueda de posada, el Nacimiento del Niño (que es interpretado por un verdadero recién nacido), la visita de los Reyes Magos, el empadronamiento y escenas de la vida cotidiana como el trabajo en la carpintería, en la fragua, en la panadería, el zoco o el mercado de ganado. El belén viviente es el momento cumbre de las celebraciones navideñas de Arcos a las que se unen coros de campanilleros, zambombas populares, pregones y actividades culturales en torno a la Navidad y el año que se acaba.