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Alba Cuaresmal
Por
Francisco Manuel Pérez Estepa
Post #8

Ocurre cada año, aunque nadie lo advierte. Finales de enero, mes donde no se saluda ni se quita el sombrero, así lo dice el refrán hasta que llega febrero. Trae esa luz que vierte sobre las cosas tonalidades diferentes contiguo con días de lluvia. Olas de luz y olas de lluvia, que agitan la peripecia de la ciudad. Dando alma derretida al prodigio de espera. Si en primavera es así Sevilla ¿Qué será en invierno?.

Apenas se traspasa los primeros días de enero, y el calendario mengua su densidad, comenzando a recorrer los escaparates del centro, haciendo de espejo en nuestro ser. Son expediciones a la ilusión, a la conquista de la magia que ofrecía tras los gruesos cristales que nos separaban de la fantasía, de aquellos juguetes que siempre pedíamos en la carta a los Reyes Magos y que nunca veíamos correspondido, al menos en su totalidad. Ahora se mezclan sin compas de espera con mantoncillos, túnicas, trajes de flamenca y los enseres propios e inconfundibles de los ritos de nuestra tradiciones. Allí estan, dispuestos magistralmente, prometiendo, ofreciendo e invitando de forma real a nuestra fiestas primaverales. Pero totalmente inaccesibles, tan cerca y tan lejos. Existe, pero hay marcada una frontera, que se cruza con la cuaresma. Ese tiempo de espera y reflexión. De iluminación interna, para reflejarse en la primavera con luz externa.

 Con la excelencia de nuestros anhelos, te invito en estos días de desasosiego y desvelo en ayuno de las costumbres, seguir empapándote de Sevilla y su cultura. Visitar sus diferentes templos apreciando su valor artístico.

Rasgos romanticos de San Julián y retablo del maestro Alejo,  los aliceres policromados que revisten los muros de san Gil, lienzo de las animas del discípulo de Herrera el Viejo parroquia Omnium Santotum, Virgen de los Remedios en San Vicente, Vlades en San Andres o Roelas en San Isidoro o la Virgen de Rocamador en San Lorenzo…grandes artistas y su legado como Pacheco, Boelas,  Francisco Reina….

En otras ciudades serian aclamados a bombo y platillo…aquí permanecen casi en el anonimato en cualquier rincón de nuestra urbe. Además, tiene un universo por comprobar y que nunca es tarde por saborear antes que llegue el alba cuaresmal ¿por qué siempre los mismos ritos?  Cambia el legado de tu ser buscando criterios culturales que bañen el legado de tus tradiciones,  manejando conceder los deseos espirituales. ¿Es acaso mejor, un ambiente de aturde y embalsama, que nosotros? ¿En qué habíamos fallado, qué habíamos hecho mal? Busca en estos días de soledad invernal tu corazón cofrade, cultural y sentimental que te devuelvan tu esencia.

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