MANUEL TRIGUEROS , CANTAOR AFICIONADO, IN MEMORIAM
José Cenizo Jiménez
Como suele decirse, cuando menos lo esperas, por muchas lunas que se hayan visto, la muerte de un buen amigo y gran aficionado al flamenco, cantaor por derecho, clásico, te sorprende. Me acaba de ocurrir estos días con Manuel Trigueros (1948-2023), paisano de Paradas (Sevilla), nuestro pueblo, que desde hace muchos años vivía, ya jubilado de su profesión de taxista, en San José de la Rinconada.
Precisamente en este pueblo cercano a Sevilla estuve destinado como profesor de instituto, de Lengua y Literatura, durante un curso que recuerdo hermoso y gratificante. Corría el curso 1988-89. Acababa de aprobar las oposiciones de Agregado (para dar bachillerato, antes no había ESO) después de estar destinado, por haber aprobado primero la oposición de FP en Madrid, un curso en Pamplona y otro en Mérida. Y ya estaba feliz en mi Andalucía, claro. Y el flamenco me latía por las venas de sangre y por las venas de docente. Y algo hicimos, dentro de nuestras posibilidades, entonces estaba casi en sus inicios esto de la “didáctica del flamenco”. En algún recreo me reunía con alumnos interesados y organicé algún recital de cante. Ahí conocí a Manuel Trigueros, cantaor aficionado que junto a la guitarra de un tocaor que no recuerdo (disculpas) ofreció una baraja de cantes con soltura y conocimiento. No se me olvida una anécdota de Manuel: decía que a esa hora tempranera (horario escolar) la garganta no estaba aún muy bien para el cante y que el remedio era un trozo de bacalao. Bueno, siempre que nos vimos después, en alguna peña o encuentro o tomando algo juntos, la verdad es que era un placer. Recordábamos algunas historias del pueblo y sobre todo mostrábamos nuestra admiración por Miguel Vargas, al que Manuel sigue en el cante y al que ha dedicado algunas letras.
De su cante en encuentros o recitales solo veo en YouTube estas bulerías por soleá, en cuyo enlace leemos el texto: 473 visualizaciones, 20 jun 2012, al cante Manuel Trigueros, acompañado por la guitarra de Juan Quirós, en la peña flamenca El Búcaro de San José de la Rinconada (Sevilla).
https://youtu.be/KDUCyzFzQsQ?si=m8UpAd1vBG2auRQ2
Estuvimos muy cerca de Manuel cuando nos comentó su proyecto de primer disco, que llevaría por título Así lo siento. A su lado para comentar las letras y las posibilidades del disco. Lástima que al final se echara para atrás, no le convencía cómo había quedado, se veía ya un cantaor mermado por los achaques y la edad (en torno a los setenta), y creía que no respondía a lo que le hubiese gustado dejar como legado de su manera de cantar. En efecto, yo que lo conocía desde la juventud, aparecía más rozado, con menos fuerza, aunque en conjunto pudiera convencer. Las letras eran del propio Manuel, a las que se añadían algunas de mi autoría, lo que le agradecí. Estas son las que cantaba por seguiriyas y bamberas:
MANUEL TRIGUEROS (Proyecto de disco, inédito, falleció en 2023)
Seguiriya (era uno de sus palos preferidos, estilos como los de Manuel Torre, Francisco la Perla o Tomás el Nitri, entre otros):
Dejadme llorar,
que no pueo más,
como solito estoy en el calabozo
sin mare ni na.
Suspiros de muerte,
suspiritoss megros
de la boca, boquita de mi mare
que cómo salieron.
Vientecito en la puerta,
la lluvia en el patio,
tres años hace que murió mi mare,
me revuelvo en llanto.
BAMBERAS
Dos letras (de tres):
Que dejes de columpiar (Déjala de columpiar)
que esa niña no te quiere,
no te va a decir te quiero
hasta el añito que viene.
Si te monto en el columpio
tú serás mi compañera,
yo te mezo como ninguno
y te canto por bamberas.
Y estas otras las de su autoría (selección). Como decíamos, a Miguel Vargas cantaba por tientos hasta seis letras:
Miguel Vargas, Miguel Vargas,
como maestro del cante
le dio hondura y pureza
a todos los cantes grandes.
Miguel nació en La Puebla
y en Paradas se crio,
si como cantaor fue grande
como persona fue mejor.
Al escucharlo cantar
le dijo Antonio Mairena:
Tu cante tiene hondura,
tu cante tiene solera.
Su cante por soleá
el corazón me ha encogío
y al escuchar su seguiriya
yo he sentío un escalofrío.
Qué buena persona,
qué buen cantaor,
la afición siempre lo lleva
dentro de su corazón.
Lo mandaron a llamar
y en Paradas se quedó
para no marcharse más.
Por soleá alfarefa, muy bien moderados los bajos, con el amor como centro:
Las penas del corazón
solo tú me las quitabas
cuando me dabas calor.
Se le daban bien las rondeñas, con Rafael Romero El Gallina como guía y Fosforito en la cabeza en el remate. Las tres letras tenían el amor como motivo. La segunda reúne este tema, pero también el del bandolerismo, la serranía y la cárcel (con esa ambigüedad entre la real por algún asunto oscuro y la simbólica, cárcel de amor:
Yo llegué a ser bandolero
por la serranía de Ronda,
pero pronto me apresaron
los ojos de una rondeña
y a la cárcel me llevaron.
Por fandangos se acordaba de sus adorados El Chocolate, Antobio Niño de la Calzá o Manuel Torre, entre otros, y hablan del amor pero también de la soledad y la ingratitud de la sociedad:
Que vivía de la caridad
yo conocí a un hombre un día
y llorando a mí me decía:
Yo vivo de lo que me dan,
pero qué amarga es mi vida.
Los tangos de Málaga se le dan bien, los lleva sobre seguro, los hace más valientes que los de Angel de Álora. Se centra en las letras en Málaga, sus artistas
-Picasso, El Piyayo...-, sus lugares emblemáticos -La Caleta, La Plaza de la Malagueta...- y todo es un piropo grande a la ciudad:
Málaga es una perla
que se ha salido del mar,
es una ciudad tan bella
que no se puede aguantar.
En la mariana sigue como modelo a su admirado Miguel Vargas, en torno la letra al amor y sus desengaños. La primera dice:
Yo he visto en tus ojos
que ya no me quieres
y yo no comprendo
por qué me entretienes.
Me juraste que tú me querías,
pero era mentira, ahora lo sé.
Y el último tema que me mostró de este proyecto fue un romance por tonás, sin guitarra, inspirado en las formas cantaoras de Menese con esas letras que conocemos de Moreno Galván, de tinte social, un alegato contra la explotación y la pobreza secular entre los jornaleros, ahora versión de su propia cosecha, pues Manuel es buen letrista:
Por barbechos y olivares
se pasaban media vida,
mal miraos y explotaos
y con la ilusión perdía.
Hasta aquí lo que nos enseñó Manuel de su proyecto frustrado de disco, y ahora que me acordé de él porque moviendo papeles del baúl salieron unos folios manuscritos de su puño y letra con sus letras, pensaba contactar de nuevo con él para, por lo menos, retomar alguno de estos cantes y poder ponerlos en las redes sociales. No pudo ser. La muerte, de negro riguroso, seguiriya abismal, pozo de olvido y ortigas, se llevó al amigo, al paisano, al cantaor, al gran aficionado, al letrista, al buen hombre. DEP. Quede aquí nuestro recuerdo y homenaje. Hombres como Manuel Trigueros hacen mejor el mundo y el flamenco.
FOTO: Archivo de José Cenizo. IES Miguel de Mañara, San José de la Rinconada (Sevilla), 1989. De izquierda a derecha, José Cenizo, Manuel Trigueros, guitarrista (disculpas por no recordar su nombre).